Muy a menudo los padres se quejan de que sus
hijos no comen lo suficiente, no comen
de todo, o no mantienen una conducta adecuada durante las comidas…
A continuación os dejamos una serie de recomendaciones que os pueden servir para crear en vuestros hijos hábitos
alimenticios saludables.
- Si piensa que su hijo come poco, primero
haga un registro de lo que en realidad come. Puede que coma lo suficiente
y por tanto, no deba preocuparse.
Anote las veces en las que come
algo, cantidades y tipos o variedad de alimentos. No todo el mundo
necesita comer lo mismo, hable con el pediatra de las cantidades adecuadas
para la edad y las características
de su hijo.
- La hora de comer es para comer, no se
juega ni se ve la televisión. Debemos hacer de estas horas, momentos
agradables de comunicación con la familia.
- Marque un tiempo razonable para la comida. Anime al niño a comer pero, si no lo hace, retire la comida después de que pase un
tiempo. Puede disponer de un reloj
con alarma. Explíquele que hay un
tiempo de comida.
- Pacte con él un refuerzo positivo para
cuando se termine la comida a
tiempo, por ejemplo elegir postre, ver la televisión…
- No haga comentarios continuos si el niño no come, recuérdele alguna vez el
refuerzo o la actividad agradable que le espera para después de comer y/o
que el tiempo de comida se está acabando, pero no lo haga con demasiada
insistencia.
- Instaure una rutina del momento de comer:
comer a la misma hora, en el mismo lugar y con las mismas condiciones
ambientales (por ejemplo la condición de tele apagada hasta que haya
terminado de comer).
- Varíe durante la semana los alimentos de
cada comida. Evite poner todos los días lo mismo, los niños se cansan.
- Cuando decida incorporar alimentos nuevos, ponga solamente un alimento nuevo
cada vez y en raciones pequeñas,
junto con otro que le guste al niño. Para los alimentos que no le gustan,
haga lo mismo, ponga muy poco y siempre acompañado de otros alimentos que
le gustan mucho. Puede probar a poner platos combinados (no mezclados) con
raciones muy pequeñas y variadas.
- Acostúmbrele a no levantarse de la mesa. Si se levanta, usted no debe
llevarle la comida hasta donde se ha ido. Lo mejor es que siga comiendo y
le dé un aviso verbal indicándole que la comida se queda fría y/o que el
tiempo de comida se va a acabar y se va quitar la mesa. El niño pierde “tiempo
de comida” y usted debe asegurarse que después de ese tiempo no puede
picar nada hasta la próxima comida.
- Anímele a que ayude a preparar alguna comida. En caso de niños mayorcitos, déjale que ayude a planificar las comidas de la semana y que te acompañe a hacer la compra.
- Ante todo, sé un modelo positivo para tu hijo. Los niños aprenden lo que ven habitualmente. Si quieres que tu hijo tenga unos hábitos alimenticios saludables, tus hábitos también tienen que ser saludables.
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